Los
erizos de mar son de forma globosa o discoidal (dólares de arena), carecen de
brazos y tienen un esqueleto interno, cubierto sólo por la epidermis,
constituido por numerosas placas calcáreas unidas entre sí rígidamente formando
un caparazón, en las que se articulan las púas móviles. Viven en todos los
fondos marinos, hasta los 2500 metros de profundidad. Comprenden unas 950 especies vivientes.
El
caparazón o esqueleto externo se encuentra perforado y a través de esas
perforaciones pueden salir las ambulacros, así como grandes números de
tubérculos, los cuales se implanta las espinas o púas. Las espinas son por lo
general, finas y largas en su base se encuentra un músculo capaz de permitir el
movimiento de las mismas en distintas direcciones.
Los
erizos se alimentan de porciones de algas y de pequeños animales que son
desgarrados por sus mandíbulas. Asimismo, se nutren las sustancias orgánicas
con las cuales penetran limo y arcilla. Estos cuerpos depositados en el
intestino del erizo sirven de lastre, e impiden la flotación del animal.
El
erizo se desplaza por la acción de las espinas y de los pies ambulacrales. En
los interradios existen cinco voluminosas glándulas que se abren al exterior
por los orificios denominados placas genitales, una de las cuales es la placa
hidrófora o madreporite. En los erizos los sexos están separados y la
fecundación es externa. Después que los individuos de ambos sexos abandonan sus
células sexuales en el agua, los huevos que resultan producen larvas que sufren
metamorfosis hasta producir la forma adulta.
Reino: Animalia
Filo: Echinodermata
Clase: Echinoidea