El
ciempiés pertenece a la familia de los artrópodos, de la clase de los
miriápodos. Existen infinidad de
especies, pero todos tienen en común su cuerpo alargado y estrecho, muy
segmentado y disponen de muchas patas o “pies”.
Los ciempiés en concreto, tienen dos patas por segmento o por anillo,
estos anillos articulados les permite moverse o retorcerse como necesiten. Las dos primeras patas tienen unas glándulas
venenosas. El nombre Ciempiés, que
significa “100 pies”, puede ser algo engañoso: el ciempiés puede tener entre 15
y 191 pares de patas, las cuales tienen espinas y uñas. Los adultos son de
color marrón y miden más de una pulgada de largo.
Como
la mayoría de los ciempiés son animales carnívoros que salen en busca de comida
en la noche, utilizan sus garras para paralizar a sus víctimas, tales como
gusanos, arañas y pequeños vertebrados. Se trata de un animal predador que
devora cualquier insecto que se arrastre por el suelo. Incluso las hembras deben proteger a sus
huevos de los machos, escondiéndolos y luego dejándolos a su suerte. El ciempiés es agresivo y no se echa atrás a
la hora de luchar por su presa, hace uso de su veneno para paralizar a su
rival, y es esquivo por que se entierra en el suelo.
Los
ciempiés adultos se esconden en lugares húmedos y oscuros, y en zonas aisladas
durante el invierno. Ponen los huevos en el suelo húmedo durante el verano o la
primavera. Cuando se convierten en adultos, les crece una serie completa de
patas y segmentos extras. Sin embargo, algunos ciempiés nacen completos. La
mayoría de los ciempiés viven hasta seis años, pero su desarrollo requiere de
dos a tres años.
Los
ciempiés detectan a sus presas mediante el uso de sus antenas, las cuales están
cubiertas con pelos densos. Su presa es inmovilizada por el veneno inyectado a
través de los colmillos maxilípedos. Las presas son pasadas a la boca por los
maxilares primero y segundo y luego devoradas por las mandíbulas.
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Myriapoda
Clase: Chilopoda